Ana Silvia Del Valle
Esta novela comencé a leerla dos veces y no lograba pasar del primer capítulo. No sé si al principio no captura el interés del lector, por lo menos conmigo no lo consiguió. Después de un año de tenerlo en la librera, una amiga me dijo: “léelo, a mí me pasó lo mismo, al principio es un poco aburrido, pero después no quieres que termine”, y es verdad. El libro nos presenta la historia del joven Arnau Stanyol y su hijo, Bernat. Una trama de intriga, violencia, pasión, traición y amor, guerra y peste, pero sobre todo fe, pero marcada por la intolerancia religiosa de la Barcelona del siglo XIV. Un libro que se lee con un gusto y que, a pesar de sus 672 páginas, no quisiéramos que terminara. Falcones, en La catedral del mar, pretende rendir un homenaje a un pueblo capaz de construir en un plazo de cincuenta y cuatro años, el templo más hermoso de la tierra.
La Catedral del Mar es en realidad Santa María del Mar, una iglesia medieval que se hizo famosa desde la publicación del libro. Se trata de la catedral de los marineros y dedicada a su patrona. Se construyó gracias al esfuerzo de una cofradía de marineros, los bastaixos, víctimas de un régimen feudal, que incluso les dictaba como tenían que ser, como debían vestir; pero dejaron de ser esclavos y llegaron a recibir muchos honores de parte de la iglesia.
Es una novela histórica, increíblemente entretenida, descriptiva, tanto que en algunos pasajes nos parece cruda, pero recomendable.