El estudio de la historia del arte aporta recursos creativos

Por: Patricia Betancourt Arnau  (*)

Patricia Betancourt, “De la Romería a color”, técnica mixta sobre lienzo, 58 cm X 180 cm

Estudiando Artes Plásticas, en las aulas de la Universidad de los Andes en Bogotá, nació en mí una fascinación especial por la Historia del Arte. Por ello, he alternado mi trabajo práctico con la docencia y constantemente me encuentro estudiando a los Grandes Maestros que han sido esenciales en el proceso de búsqueda de mi propio lenguaje plástico. Según el período de la historia que me encuentro investigando llaman mi atención distintos artistas, ya sea por el tema, la composición o por el color, según la serie que me encuentro trabajando. Ese elemento que llamó mi atención entra a formar parte de mi propia investigación pictórica. Para el que observa no siempre es obvio esta referencia a los maestros, es parte de un proceso interno de búsqueda e investigación.

Durante treinta años viví fuera de mi país natal, Guatemala es un país de colores y redescubrirlo llenó mi paleta de color. Mi proceso me ha llevado a un límite entre figuración y abstracción donde en última instancia los protagonistas son texturas, trazos, colores y luz. Ya sean paisajes de mi entorno o el fondo de mar, recreo mundos mágicos que imagino. Siempre busco mostrar un lado positivo de la vida, donde a pesar de las dificultades siempre hay motivos para salir adelante. El color es el recurso plástico que me permite dar esa sensación de felicidad, colorear mi obra como el mundo que me rodea.

El 19 de noviembre de 1819 el Museo del Prado abrió al público como Real Museo de Pintura y Escultura. Desde ese día ha cumplido la misión de conservar, exponer y enriquecer el conjunto de las colecciones y obras de arte, estrechamente vinculadas a la historia de España. En 2019 se celebra su Bicentenario y por ello los Centros Culturales de España en Guatemala, El Salvador y Honduras convocan a una exposición colectiva. En ella se quiere mostrar la influencia del Museo del Prado y sus obras en los artistas Latinoamericanos del siglo XXI.

Participo en la convocatoria inspirada en Goya, en una de sus obras que hacen parte de la serie de las pinturas negras: La romería de San Isidro, que originalmente formó parte de las pinturas murales de la casa llamada la Quinta del Sordo, adquirida por Goya 1819.

Francisco de Goya, “La Romería de san Isidro” 1820-1823. Técnica mixta sobre revestimiento mural trasladado a lienzo, 138,5 X 436 cm. Museo del Prado, Madrid

Trabajo con la composición que nos da esa sensación de lejanía y movimiento, para ello utilizo un lienzo con medidas a escala de la obra que se encuentra actualmente en el Museo del Prado. Ese formato horizontal y muy alargado me permite trasladar la composición y sus elementos claves. A partir de esta pintura, sombría y desesperada, creo un espacio pictórico lleno de color y textura, conservando el movimiento de la composición original.

La exposición colectiva El Prado desde Centroamérica está dando un recorrido por Honduras, Guatemala y El Salvador. La muestra está conformada por 20 propuestas artísticas de los tres países, con el principal objetivo de reflejar el panorama actual de la creatividad centroamericana, a partir de la influencia que los artistas y obras del Museo del Prado han podido ejercer en ella. Los artistas participantes son: Patricia Betancourt, Edgar Cordón, Colectivo Oniroide, Alba Marina Escalón, Jorge Linares, José Molina, Andrea Monroy y David Sánchez (Guatemala) Samuel Erazo, Edwin López, Adonay Navarro, Josué Orellana y Miguel Romero (Honduras); Ana Cruz, Sally Domenech, Oscar Pérez, Danny Ruíz, Jonathan Trejo, José Villatoro y Daniel Valladares (El Salvador).

En Guatemala, la exposición se inaugura  el  jueves 29 de agosto a las 19:00 horas y estará en exposición durante dos meses, en el Centro Cultural de España en Guatemala (Edificio LUX, 2do. Nivel, 6 A Avenida 11-02). Entrada gratuita.

 

Imágenes:

De la Romería a color: suministrada por Patricia Betancourt

La Romería de san Isidro: https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/la-romeria-de-san-isidro/d6d92063-15a9-4cfb-a7be-3576a2f8b87e

Referencias:

https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/la-romeria-de-san-isidro/d6d92063-15a9-4cfb-a7be-3576a2f8b87e

https://cceguatemala.org/actividades/inauguracion-exposicion-el-prado-desde-centroamerica/

(*) Patricia Betancourt es profesora de los programas del Diplomado en Historia del Arte que imparte el Departamento de Educación, UFM.

 

El estudio de la historia del arte aporta recursos creativos

Por: Patricia Betancourt

Patricia Betancourt, “Jardín en lo profundo”. Técnica mixta sobre tela, 120cm X 80cm

Desde hace varios años inicié una investigación pictórica utilizando el tema del agua, esta es vitalidad, creación y destrucción al mismo tiempo. No solo es pasado y futuro sino ante todo presente, nada podría ser sin el agua.

Poco a poco entro a imaginar lo profundo, donde hay la posibilidad de renacer y fluir a través de los colores. De ese viaje a lo profundo surge la serie “Imaginario”, es un mundo de formas y colores donde aparecen seres mágicos y flores que, a veces, llegan a convertirse en jardines que representan espacios cargados de esperanzas e ilusiones. Para mí, estos jardines son nuevos comienzos que florecen llenos de luz y color.

El año pasado, dictando el curso El Arte en la Tercera Mitad del Siglo XIX en el Diplomado en Historia del Arte, redescubro al pintor simbolista francés Odilon Redon. Bajo el influjo de este artista hay un cambio en mi paleta de color, pero principalmente me apropio de elementos que me ayudan a construir esos jardines imaginarios en lo profundo.

“Jardín en lo profundo” reconstruye las flores que cayeron al estanque donde se

Odilon Redon, “Ophelia”, 1903

ahogó Ophelia. Ella subió a un árbol de sauce, la rama se rompió y cayó en el arroyo. Como se narró en la tragedia Hamlet de William Shakespeare, en el siglo XVII. Redon pinta esta imagen literaria en 1903, en este caso las flores acompañan a la muerte. Yo las tomo para simbolizar el renacer y las reubico de manera que se alcen para alcanzar una nueva vida.

Esta obra hará parte de la exposición colectiva “Instantes Perdurables”, que se llevará a cabo en la Galería del Centro Fundación G&T Continental, como parte del proyecto “ART FOR THE WINS” que el Club Rotario Guatemala de la Asunción está promoviendo. Es una iniciativa de Rotary Internacional y UNICEF con el fin de implementar infraestructura y educación en materia de higiene en escuelas públicas del departamento de Guatemala.

La muestra permanecerá en exposición en la sala Marco Augusto Quiroa, Paseo de los Museos, Hotel Casa Santo Domingo, del 7 de abril al 7 de julio, 2019.

Imágenes:

Ophelia de Odilón Redón: https://www.wikiart.org/es/Search/odilon%20redon

Jardín Profundo: suministrada por Patricia Betancourt

 

Referencias:

Betancourt, Patricia. Artista Visual. http://patriciabetancourt.blogspot.com/

Cervilla González, Marina. Hamlet y el arte. 18 de enero de 2012. Recuperado de: http://hamletinflu.blogspot.com/2012/01/hamlet-una-de-las-obras-literarias-mas.html

William Shakespeare. Biografías y Vidas (Enciclopedia en línea). Recuperado de: https://www.biografiasyvidas.com/monografia/shakespeare/hamlet.htm

 

Las influencias de los impresionistas

Por: David Hernández Gutiérrez

Nos pueden sonar poco más o menos los impresionistas. Tal vez, como cultura general, sabemos que podemos asociarlos con el arte. Pierre Auguste Renoir, Camille Pisarro, Alfred Sisley, Berthe Morisot, Paul Cézanne, Edgar Degas, Claude Monet o Édouard Manet, podrían considerarse algunos de los más relevantes artistas que han sido catalogados como impresionistas.

Y la historia comienza así…

En Francia, con el Grupo de Batignolles, un grupo de unos treinta artistas que se reunían en el café situado en el número 11 de la Grande Rue des Batignolles (de ahí su nombre, no se calentaron mucho la cabeza). Este grupo estaba decidido a presentar batalla al establishmentde la Academia (vea Napoleón III y el arte moderno) y para ello habían inaugurado su propia exposición de arte que, a juicio de Will Gompertz “podía consagrar o hundir sus carreras”. Dicha exposición tuvo lugar el 15 de abril de 1874. Como es obvio, recibió grandes críticas negativas por considerar que lo que allí se exponía no era arte. Aunque cada vez eran más las personas que sentían interés y fascinación por esta nueva forma de “hacer” arte.

Claude Monet: “Impresión. Sol naciente” (1872).

Louis Leroy, pintor y grabador francés, no era uno de ellos. Para entonces, escribía en el periódico satírico Le Charivari, en el que publicó, en referencia a la obra de Claude Monet: Impresión. Sol naciente (1872), que fue expuesta en la exposición de 1874: “Impresión: de eso no hay duda. Solo que me pregunto que, dado que estaba impresionado, tenía que haber alguna impresión en la obra. (…) El papel de pared en su estado de embrión está mejor acabado”.

Una muy dura crítica a la obra de Monet por un personaje que podríamos catalogar de mediocre y que no supo ver el cambio de los tiempos, en el arte. No obstante, la crítica lanzada contra Monet no llegaría muy lejos, y, muy a pesar de Leroy, daría nombre a esta nueva forma de hacer e interpretar el arte: el impresionismo (¡si existe el karma, bravo por él!).

Ya hemos ubicado en el tiempo y en el espacio al Impresionismo. Esto es un avance considerable en la comprensión de este movimiento artístico.

El tema que nos ocupa aquí son las influencias que inspiraron a estos artistas a realizar una diferente manifestación del arte, que se alejaba del establishment de la Academia. Y es que, si bien ellos no fueron los pioneros en enfrentarse a la Academia con su arte, sí fueron los que lograron la mayor victoria imaginable para el reconocimiento y valoración del arte moderno. Estos influjos pueden resumirse en tres fuentes: el Reino Unido, el Japón y la fotografía. Sigue leyendo

El cronotopo en la muerte trágica de Marcus Messner

Por: Pep Balcárcel (*)

“Indignación”, novela escrita por Philip Roth. Publicada en septiembre de 2008, por Houghton Mifflin.

Un joven, judío-ateo, de diecinueve años, huye de la autoridad de su padre cuya mente ha empezado a traicionarle y volverle paranoico. Llega a Ohio, a Winesburg, una universidad de corte conservador donde, entre otras cosas, uno de los requisitos para licenciarse es asistir durante cuarenta horas a un servicio religioso cristiano católico. Las restricciones estudiantiles provocan un ambiente de tensión. El año que corre es 1950, Estados Unidos está en guerra con Corea, con el comunismo.

Marcus Messner, narrador autodiegético, recuerda desde un sitio que describe sin luz, sin respuestas —desde la tumba piensa él—, pero se trata de una especie de limbo, de una inconsciencia producto de la morfina. Marcus, antes de enfrentarse a los soldados coreanos que habrán de arrebatarle la vida desangrándole como si de un animal para carne kosher se tratara, se enfrenta con su propia sociedad, contra sí mismo.

Hay dos elementos de suma importancia que deben considerarse: el primero, que se trata de una novela realista, pero en la cual, la voz narrativa tiene además suma importancia: Marcus, el fantasma, recuerda, y por momentos es capaz de sentir angustia; aunque relata sobre una época y una tierra que no es más la suya, a la que es incapaz de acceder, la incorporeidad, la oscuridad que relata, también componen la historia, le dan un sentido, un por qué.

El otro elemento es la carga de metáforas en la obra. Olivia, la niña-mujer-suicida intentó quitarse la vida cortándose las venas y es, su cicatriz, la marca que le acompaña. Luego está la muerte del protagonista, en batalla, y mientras surge un recuerdo de aquellos días cuando acompañó a su padre al matadero; ahora es él un pedazo de carne, nada más.

Philip Roth, eterno nominado al Nobel, traza una historia desde la cotidianidad, desde la costumbre; una que se encuentra marcada por el cronotopo, o en el caso narrativo, la ausencia de éste como justificación para criticar a la sociedad de aquella época, su autoritarismo, y la represión que encamina a un joven a una trágica muerte.

Sigue leyendo

La necrópolis de Guiza

Por: David Jaime Hernández Gutiérrez

Vista de las pirámides de Guiza desde la meseta hacia el sur del complejo.

¿Quién no ha visto alguna vez esta imagen, o ha tenido la fortuna de ver el sitio en persona, en la meseta de Guiza, a unos veinte kilómetros de El Cairo?

De dicho complejo, técnicamente Necrópolis de Guiza, la pirámide del fondo (en la imagen superior), conocida como Gran Pirámide de Guiza (o de Keops), es la más antigua de las 7 maravillas del mundo antiguo y la única de las 7 que aún podemos visitar. Asimismo, en 1959 el conjunto de Memphis (Guiza, Abusir, Saqqara y Dahshur) fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco bajo el nombre de Menfis y su necrópolis – Zonas de las pirámides desde Guiza hasta Dashur).

Como vemos en el mapa, la ubicación de Guiza (o Gizeh) se encuentra cerca de Menfis, capital del Imperio Antiguo, en el denominado Bajo Egipto. Se llama así con relación al curso del Nilo, ya que este tiene su origen en el río Kagera, en el Oeste de Tanzania, siendo la fuente más lejana del Lago Victoria, y desembocando en el Mar Mediterráneo formando el gran delta del Nilo.

La historia de Egipto es fascinante y gira en torno al Nilo, el mayor río de África y el segundo más largo del mundo, después del Amazonas.

En este cuadro cronológico, vemos la historia del Antiguo Egipto con su periodización en la primera columna, los acontecimientos más relevantes de cada periodo en la segunda; y, por último, en la tercera columna, las dinastías que gobernaron durante cada Periodo.

Manetón, sacerdote egipcio. Nació en la ciudad de Sebenitos, a finales del siglo IV a.C.

Esto se lo debemos a un tal Manetón, del cual tengo un grato recuerdo de cuando estudiaba mi Licenciatura de Historia en la Universidad de Murcia. Manetón fue un sacerdote egipcio que nació en la ciudad de Sebenitos, en la zona del delta, a finales del siglo IV a.C. y al él se debe la periodización de la historia del Egipto Antiguo en dinastías que, con leves cambios, se sigue usando hoy en día. ¡Gracias Manetón!

Ahora que tenemos una idea de la cronología y de los acontecimientos más importantes de Egipto, volvamos a el objeto de nuestro tema, la Necrópolis de Guiza.Lo primero que debemos hacer es ubicarla en el tiempo, y para ello usaremos la tabla de Manetón. Sabemos que las tres grandes pirámides reciben el nombre de los gobernantes que mandaron construirlas, estos es, Keops,Kefren y Micerino, y si consultamos la tabla de reyes de cada dinastía, vemos que estos tres pertenecen a la IV Dinastía, perteneciente al Imperio Antiguo, un período de consolidación del poder egipcio y que comprende, aproximadamente, de 2630 a 2500 a.C.

Ya tenemos la Necrópolis de Guiza ubicada en el tiempo y en el espacio, ¡felicidades a todos los que han llegado hasta aquí!

 

Mapa del complejo de las pirámides de Guiza.

Ahora veamos, ¿que son las pirámides en sí? Son construcciones monumentales, con forma piramidal, utilizadas como tumbas por la gente que detentaba el poder. Es decir,

Pirámide escalonada del faraón Zóser, de la III Dinastía.

cada una de las pirámides de Guiza conserva en su interior el sarcófago de Keops, Kefren y Micerinos. El origen de las pirámides podemos encontrarlo en los túmulos primero, y luego en las mastabas, un tipo de tumba egipcia antigua de base rectangular, techos planos y muros laterales inclinados. La superposición de mastabas daría lugar a las pirámides. Un ejemplo intermedio en esta evolución de mastaba a pirámide en los usos funerarios egipcios es la pirámide escalonadadel faraón Zóser, de la III Dinastía.

La gran pirámide de Keops (2589 – 2566 a.C.) fue la primera que construyeron, seguida por la de Kefrén (2547 – 2521 a.C.) y la de Micerino (2514 – 2486)[1].

La pirámide de Keopsoriginalmente tenía una altura de 150 metros, aunque en la actualidad mide 136 m. debido a la pérdida de un trozo de la cima (lástima, 150 m. suena mejor). Es la más antigua y la más grande del complejo. La de kefren, algo menor en tamaño, 143 m., durante mucho tiempo aparentó ser la mayor de las tres ya que se encuentra construida en una zona más elevada (buen intento en la lucha por poseer una pirámide mayor); por último, la pirámide de Micerino, con tan solo 65 m. es la más pequeña, con diferencia.

Estas tres construcciones representan la máxima perfección en la construcción de pirámides en todo Egipto y, tras la Dinastía IV, ninguna lograría estar a la altura de lo alcanzado aquí.

Tras Micerino, gobernó brevemente un posible hijo suyo, Shepseskaf, que no construyó su pirámide en Guiza. Es más, ni siquiera construyó pirámide, sino una gran mastaba en Saqqara, llamada “Mastaba el-Faraun”, según dicen, porque no se llevaba muy bien con los sacerdotes de Heliópolis, vaya usted a saber. El caso es que, con esta decisión, dejó de usarse el complejo de Guiza como enterramiento de los faraones.

Gran Esfinge de Guisa. Forma parte del complejo funerario de Kefrén.

Por último, no quería macharme sin mencionar uno de los mayores enigmas de Guiza, la Gran Esfinge, una escultura monumental, cavada en el terreno y moldeada, que ha sido estimada en torno al 2500 a.C. y que forma parte del complejo funerario de Kefrén. Los autóctonos la llaman “padre del terror”, algo no muy halagador.

Hay mucha controversia al respecto. Primero, que la cabeza no es la original. La primera pudo haber sido de un chacal o de un león. El caso es que la cabeza actual no es la que debería ser, pero queda muy bien. Hay algo más inquietante en la esfinge y son las marcas de erosión acuática debido a las lluvias torrenciales, que según nos indica Robert Schoch, de la universidad de Boston, datarían a la esfinge en torno al 5000 – 7000 a.C., es decir, como mínimo tres mil años antes de lo que se pensaba, ¡ahí es nada, imagínense en plena Edad del Bronce realizar semejante hazaña!

La conclusión a la que se ha llegado es que el cuerpo de la esfinge es posterior a la de la cabeza, pero no tan lejana como propone Schoch, tal vez en torno al 2500 a.C. fecha que parece más plausible para la realización de la esfinge.

No obstante, hay mucho más que explicar sobre la necrópolis de Guiza.Este es solo un breve ejemplo de lo que podremos ver con más detenimiento y detalle en el nuevo Diplomado de Historia del Arte Universal que impartirá el Departamento de Educación de la Universidad Francisco Marroquín y que iniciará en enero de 2019.

[1]Las fechas son aproximadas

 

IMÁGENES

1:https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/1/18/All_Gizah_Pyramids-2.jpg/1920px-All_Gizah_Pyramids-2.jpg

2:https://www.google.com.gt/search?q=alto+y+bajo+egipto&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwjgotWplabaAhWEv1MKHRZqBXYQ_AUICigB&biw=1280&bih=566#imgrc=mIbHMmTckh6odM:

3:http://personajeshistoricosafricanos.blogspot.com/2014/07/maneton.html

4:https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/2/2d/Giza_pyramid_complex_%28multilingual_map%29.svg/720px-Giza_pyramid_complex_%28multilingual_map%29.svg.png

5:https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/54/Saqqaraperi.JPG

6:https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/a/ab/Mastaba-faraoun-3.jpg

7:https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/f/f6/Great_Sphinx_of_Giza_-_20080716a.jpg/1280px-Great_Sphinx_of_Giza_-_20080716a.jpg

CUADROS

1: https://es.wikipedia.org/wiki/Categor%C3%ADa:Dinast%C3%ADas_de_Egipto

LINKS

https://eltemplodeseshat.blogspot.com/2014/10/maneton.html

http://www.abc.es/cultura/arte/20150522/abci-egipcios-dejaron-construir-piramides-201505212012.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Necr%C3%B3polis_de_Guiza

http://www.antiguoegiptoxxi.com/el-conjunto-monumental-de-giza/

 

Napoleón III y el arte moderno

Por: David Jaime Hernández Gutiérrez

Podemos pensar, ¿quién es Napoleón III y por qué se relaciona con el arte moderno? Todo tiene una explicación y un sentido. Vemos, la historia comienza más o menos así.

Nos encontramos en el París de 1863 y se está llevando a cabo el llamado Salón de París, la exposición de arte oficial que se realiza desde 1725 y es considerada el acontecimiento artístico más importante del mundo. En él encontramos obras como Naissance de Venus, de Alexandre Cabanel.

“El nacimiento de Venus”, Alexandre Cabanel, 1863

Una obra que, a juicio de la Academia de Bellas Artes de París, cumple con “la gran manera”. Esto es, la manera oficial de hacer arte, establecida por la Academia. Tenemos un desnudo clásico, como podría ser la Venus de Urbino de Tiziano de 1538. Cumple con los cánones clásicos para que una pintura sea considerada una obra de arte a juicio de la Academia, es decir, un desnudo clásico que hace referencia a la historia del arte, idealizado, siendo ésta la cota más alta a la que podía llegar la carrera de un artista. ¡Felicidades por Cabanel!

Otra de las obras que se presentó al salón es Olimpia, de Édouard Manet. ¿Notan alguna diferencia?

“Olympia”, Édouard Manet, 1863

La obra hace referencia concreta a la historia del arte, desde el nombre, Olimpia, hasta el desnudo clásico de la historia del arte, con lo cual cumplía con los cánones que imponía la Academia. Pero “¡Por Dios, que es esto?” Es lo que exclamaron los visitantes al Salón de París de 1863 al contemplar la obra de Manet.

Manet tiene un problema y es que no logra idealizar el desnudo femenino, requisito obligatorio de la Academia para considerar una pintura como “buena”. De hecho, como nos dice Will Gompert “había tomado la belleza mítica de la Venus de Urbino de Tiziano (1538) y la había convertido en una prostituta”. Compárenla ustedes con la Venus de Urbino de Tiziano:

“Venus de Urbino”, Tiziano, 1538

Se aprecia la diferencia, ¿verdad?

En la Olimpia de Manet lo que está pintado es “una prostituta moderna presentada con el descarado realismo coubertiano” (Will Gompertz)

Encontramos en la Olimpiaun marcado fondo oscuro con escasos elementos decorativos como el collar o el brazalete, que realzan más el desnudo de la prostituta. Otro elemento importante de la Olimpia de Manet son los considerables elementos sexuales, como la mirada seductora de “Olimpia”, el gato negro, o la zapatilla caída (signo de la inocencia perdida), el ramo de flores y la orquídea en el pelo.

Fue un día nefasto para Manet al recibir durísimas críticas en el Salón de 1863, aunque tuvo defensores, que ya empezaban a vislumbrar el nuevo camino que estaba tomando el arte, fuera del monopolio artístico de la Academia.

No obstante, Manet tuvo “suerte”, ya que su obra fue expuesta en el Salón de París de 1863, no así las más de 3.000 obras rechazadas por la Academia, donde encontramos obras de Paul Cézanne, Jame McNeil Whistler o Camile Pissarro entre otros. No eran “malas” obras, en absoluto, solo que no cumplían con las normas de hacer arte que imponía la Academia. Su problema no era artístico, sino político.

“Napoleón III”, Franz Xaver Winterhalter, 1852

Esta situación artística es la que nos encontramos en 1863 en París. En cuanto al contexto histórico, nos encontramos con que, para entonces, gobernaba Napoleón III, quien había sido el único presidente de la Segunda República Francesa (1848 – 1852) y que, desde 1852, y tras un golpe de estado, se había convertido en emperador (1852 – 1870).

Para 1863, en París, y en Francia, se vivía un ambiente de resistencia al régimen de Napoleón III debido a su forma de gobernar autocrática. Así, en un intento de sofocar una posible rebelión del pueblo francés, Napoleón III decidió mostrar su lado más abierto y conciliador con la creación de una segunda exposición oficial conocida como el Salón de los Rechazados (1863).

Con más de 3000 obras rechazadas por la Academia, resulta evidente que había toda una corriente artística fuera de los cánones impuestos por la Academía y que no eran consideradas arte por los mayores entendidos de la época. Estos artistas tuvieron que soportar las duras críticas de la Academia, las burlas y el rechazo de sus obras por la mayor parte de la sociedad del momento. Sus obras no podían ser expuestas por los medios oficiales y poca gente mostraba interes por unas pinturas que la Academia decía que no eran arte y que dichos pintores no sabían pintar. Con todas estas adversidades, resulta muy meritorio el que persistieran haciendo un arte diferente y exponerse a las duras críticas. No obstante, gracias a esta lucha y enfrentamiento con la Academia, el arte moderno consiguío florecer.

El Palais de l’Industrie, foto por Édouard Baldus. Fue aquí en donde se realizó el Salón de los Rechazados en 1863.

Y fue Napoleón III quien les dio una via oficial a estos “rechazados” para reconocer su arte y exponerlo al gran público. Como nos dice William Gompertz, “sin darse cuenta, Napoleón III había permitido escapar de su lámpara al genio del arte moderno: había dado a los artistas una plataforma sancionada por el Estado y, con ella, la noción de que existía una alternativa a la Academia”.

La historia de la lucha del arte moderno contra la Academía continuó durante muchos años, y tiene nombre propio, impresionismo. Pero el gesto de Napoleón III de abrir otro salon oficial paralelo al de la Academia inició el proceso de aceptación del “arte moderno” como arte y los primeros conatos de una contracultura artística que dará lugar al arte contemporáneo, conceptual, ciritcado por algunos y venerado por otros hasta nuestros días.

Este es solo un breve ejemplo de lo que podremos ver con más detenimiento y detalle, en el Diplomado en Arte Moderno y Contemporáneo que impartirá el Departamento de Educación de la Universidad Francisco Marroquín y que iniciará en enero de 2019.

 

BIBLIOGRAFÍA

Gombrich, E.H. La historia del arte. 16ª edición. PHAIDON. 2013

Gompertz, Will. ¿Qué éstas mirando? 150 años de arte moderno en un abrir y cerrar de ojos. Ed. Taurus. 2013

IMÁGENES

  1. https://es.wikipedia.org/wiki/El_nacimiento_de_Venus_(Cabanel)
  2. https://es.wikipedia.org/wiki/Olympia_(Manet)
  3. https://es.wikipedia.org/wiki/Venus_de_Urbino
  4. https://es.wikipedia.org/wiki/Napole%C3%B3n_III_Bonaparte
  5. https://en.wikipedia.org/wiki/Salon_des_Refus%C3%A9s (Palacio de la Industria donde se llevó a cabo el Salón de los Rechazados)

 

¿Por qué leemos?

Por: alumnos del Profesorado en Lenguaje y Ciencias Sociales, y de la Licenciatura en Lengua y Literatura (*)

Libro y libre son palabras que juntas llevan una basta carga simbólica. Provienen del mismo vocablo y sólo una letra las distingue. Al respecto, el escritor Sergio Pitol dijo: «El libro es uno de los instrumentos creados por el hombre para hacernos libres». A partir de la lectura encontramos diversas voces que explican el mundo. Las letras, además, son poderosas armas para combatir la ignorancia, el aburrimiento.

En su obra La República, Platón criticó a los poetas porque los textos se enfocan en las musas y no en una intención educativa. En ese sentido, valdría la pena preguntarse también, ¿para qué leemos?

Así como el escritor, el poeta, el artista, el soñador y el pensador tomaron su pluma y plasmaron en el papel sus deseos de dar, de cambiar,  aportar, los lectores pueden descubrirse en un libro.

Además se  ha dicho que un pueblo lector progresa y es libre. Y es que la existencia vital de un libro no se basa en su contenido por sí solo, sino en la sinergia que se crea entre lector-autor.

Imágenes, relatos, información. Todo es amalgama. ¿Por qué leemos? ¿Para qué leer? Al leer acumulamos conocimiento y el conocimiento es poder. Pero un acto que a simple vista podría resultar sencillo e irrelevante, va más allá  de acumular saberes y lo que estos otorgan a quien los posee.

Decodificar un texto siempre dejará un legado. Por mínimo que este sea. La realidad se abre a partir de lo que plasma, por ejemplo, un naturalista cuando retrata con crudeza la vida, o bien un crítico que luego intenta indagar en los porqués.

Por si estas razones no bastaran, seamos niños o no, leer aumentará nuestra capacidad de análisis, comprensión, y argumentación.

En cuanto a qué método es el adecuado para leer, se considera importante anotar que debería hacerse una combinación de todos los conocidos. Decroly, por ejemplo, propone que las actividades básicas son las que han de vertebrar todo aprendizaje, a partir de la observación, asociación y  expresión.

En el placer también hay conocimiento. Y en el conocimiento puede existir placer. Descubrimos, aprendemos. Leemos porque vivimos.

 

DÍA DEL LIBRO

De las muchas herramientas de las cuales el hombre ha hecho uso, solo una de ellas, el libro, le ha permitido lograr un acceso universal a la cultura y al progreso, mientras fortalece los cimientos de la comprensión de la historia y el mundo, así como los valores sociales que se dinamizan en su entorno.

El 23 de abril es la fecha simbólica para celebrar la literatura universal, coincidiendo con la muerte de dos grandes de la literatura, Cervantes y Shakespeare, estableciendo de forma acertada un homenaje al libro y sus autores.  ¿Por qué un Día del Libro? A pesar de los avances tecnológicos que en algunos casos han hecho perder popularidad al libro como representante de la cultura, es innegable la relevancia que este ha tenido a través de la historia. Se ha dicho que un pueblo que lee progresa, pero también un pueblo que lee es un pueblo libre. Un libro es capaz de contener tanta libertad como la conciencia misma del hombre que lo lee.  La existencia vital de un libro no se basa en su contenido por sí solo, sino en la sinergia que se crea junto a su lector.

Las generaciones actuales han sido seducidas hasta ser sumergidas en un mundo social virtual, en donde el número de seguidores determina la popularidad y el éxito, más no su trascendencia.  No vislumbro a un youtuber trascender como Góngora, Calderón de la Barca, Pío Baroja, entre otros, si su profesión se basa en modas e influencias juveniles que no llenan el vacío que la literatura se ha encargado de llenar por siglos.  El mundo –o por lo menos gran parte de él–, no ha notado la importancia de la lectura y por ende, la importancia de su libertad. Gracias a los libros conocemos el drama, el romance, el suspenso y la fantasía; con ellos sentimos, lloramos, reímos, gritamos, suspiramos y soñamos.  Es por  la lectura que aprendemos a ser libres, libres de pensar, libres de ser y pertenecer, libres de crear e imaginar y, sobre todo, de alcanzar una conciencia de libertad.

 

¡Feliz Día del Libro!

 

(*) Carmelita Elizabeth Arbizú Lázaro, Armando David Dieguez Mérida, Camila Fernández Juárez, Luis Mario Martínez Balcárcel, Jimena María Mosquera Calderón, María Alejandra Pazos Vindas, Noemí Peña Lezana, Luis Adolfo Alvarez Rodas, José Raúl Barrios Pernillo, Lily Jeannette Dávila de León, Emilio Alfonso Pacay Aguilar, Claudia Lorena Sequeira García.

Código de Hammurabi

Por: David Jaime Hernández Gutiérrez

Código de Hammurabi. Imagen: Wikipedia.

Podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que el Código de Hammurabi es una de las grandes maravillas que produjo el mundo antiguo y uno de los primeros intentos de plasmar por escrito la ley que rige la vida cotidiana de los seres humanos

Todos hemos visto imágenes de la estela donde se encuentran las 282 leyes que mandó escribir en piedra el monarca babilonio Hammurabi durante su reinado comprendido entre 1790 a.C. y 1750 a.C. (aunque dependiendo de las fuentes consultadas, nos pueden dar unas fechas ligeramente diferentes), pero ¿cuál es su contenido y qué es lo que convierte a esta estela en una de las grandes maravillas del mundo antiguo?

Comenzaré con unos datos técnicos sobre la estela para que nos hagamos una idea de su tamaño y composición, ya que mide unos 2,25 metros de alto y está enteramente hecha con basalto, una de las rocas más abundantes de la tierra. En la parte superior de la estela, vemos un bajorrelieve que representa a Hammurabi, en pie, frente al dios del sol y de la justicia de Mesopotamia, llamado Shamash. Inmediatamente bajo dicha escultura se encuentran inscritos, en caracteres cuneiformes acadios, las leyes que rigen la vida cotidiana de Babilonia.

Parte superior de la estela. Imagen: Wikipedia

La parte superior de la estela resulta sumamente interesante por la simbología que presenta. Como he comentado sucintamente arriba, encontramos al Dios del sol y de la justicia, Shamash, sentado sobre un trono entregando una vara de medir a Hammurabi, en pie frente a él. Dicha vara es el símbolo del poder judicial y de la justicia. Podemos ver más simbología aquí. Los pies de Samash se encuentran apoyados sobre un escabel (taburete pequeño para apoyar los pies cuando se está sentado) de escamas, símbolo de la montaña, indicando que el dios se encuentra en una esfera superior al de todos los babilonios y solo Hammurabi es digno y capaz de alcanzar esta esfera para comunicarse con el dios. Podríamos mencionar también los rayos solares que encontramos tras la cabeza de Shamash, símbolo del dios del sol, lo cual ratifica ante qué divinidad se encuentra Hammurabi, por si hubiera dudas.

Por último, respecto al bajorrelieve, se nos muestra un elemento habitual del Próximo Oriente Antiguo: los dioses son los que dictan las leyes, con lo cual, éstas están imbuidas de un aura divina, es decir, las leyes son de origen divino. Podríamos ir un poco más allá y ver en este Código el primer ejemplo de que hay leyes sagradas que ni los reyes pueden cambiar. Que se lo digan a los reyes absolutos de la época moderna (37 siglos después), que pelearon durante todo el siglo XIX para que no hubiera leyes sagradas que estaban por encima del poder del rey.

La parte inferior de la estela es la que resulta de mayor importancia y la que convierte al Código de Hammurabi es una de las maravillas del mundo antiguo.

Parte inferior de la estela: aquí encontramos las 282 leyes escritas en acadio, lengua extinta hablada en la antigua Mesopotamia. Imagen: Wikipedia

Aquí encontramos las 282 leyes, inscritas en acadio, lengua extinta hablada en la antigua Mesopotamia. Hammurabi mandó colocar copias en las plazas de la ciudad para que todas las personas que supieran leer conocieran la ley.

Como introducción a las leyes, encontramos la justificación que hace el monarca de dicho Código:

“(…) entonces Anum y Enlil* me designaron a mí, Hammurabi, príncipe piadoso, temeroso de mi dios, para que proclamase en el País el orden justo, para destruir al malvado y al perverso, para evitar que el fuerte oprima al débil, para que, como hace Shamash Señor del Sol, me alce sobre los hombres, ilumine el País y asegure el bienestar de las gentes.”

Cuando Marduk** me encargó llevar el orden justo a las gentes y mostrar al País el buen camino, puse en la lengua del País la ley y la justicia y así fomento el bienestar de las gentes”.

Pasando a las leyes propiamente dichas, podemos encontrar, entre otras:

  1. Si un hombre quita el ojo de otro hombre, su ojo será quitado.
  2. Si un hombre extrae el diente de otro hombre, su diente será quitado.
  3. Si un hombre golpea a una mujer embarazada, lo que le provoca el aborto, entonces deberá pagar 10 shekels por su pérdida..
  4. Pero si la mujer muere también entonces la hija del agresor será sentenciada a muerte.

*Anu era el dios del cielo, señor de las constelaciones, que vivía con su esposa, ki, en las regiones más altas del cielo. Enlil era el señor de los cielos y la tierra. Junto a Enki, formaban la tríada mesopotámica

** Shamash fue dios local de Babilonia, donde se le conoció por otros nombres como Marduk

Encontramos aquí la referencia directa a la Ley del Talión, principio jurídico de justicia retributiva en el que la norma impone un castigo con el objetivo de alcanzar una reciprocidad por el crimen cometido. Dicha ley la vemos mencionada varias veces en la biblia, como por ejemplo en el Éxodo 21:23-25:

Pero si sucede una desgracia, tendrás que dar vida por vida,

ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,

quemadura por quemadura, herida por herida, contusión por contusión.

Y sigue el Código con multitud de leyes que tratan de regular todos, absolutamente todos, los aspectos de la vida cotidiana, con el objetivo de que nada escape a la ley y todo el mundo conozca las sanciones de cometer hechos contrarios a la ley divina. Asimismo, es de los primeros ejemplos del principio de presunción de inocencia, ya que el acusado o acusador debía presentar pruebas tanto para acusar como para defenderse. ¡Vaya con estos babilonios!

Sobre este hecho se ha escrito mucho ¿Podemos considerar el Código de Hammurabi como un código de leyes civilizado o más bien, deberíamos considerarlo como un código de leyes salvaje e incivilizado? Mi postura es la primera. Considero, sin lugar a duda, el Código de Hammurabi como un acto de civilización y no de salvajismo o barbarie. Hoy en día es fácil criticar el Código y catalogarlo de salvaje por imponer penas como mutilaciones o el desprecio por la integridad de esclavos y mujeres. No es correcto ni justo valorar el pasado con nuestros valores actuales. Este es un error muy habitual que solemos cometer todos y que vale la pena detenernos para escapar de esta trampa tan habitual.

Yendo a la Babilonia de Hammurabi, este Código resultaba ser muy civilizado, ya que lo que hace es limitar la venganza por parte del agredido. Si quitas un ojo, el agredido tiene derecho a quitarte un ojo, no a matarte. Lo mismo pasaría con el que roba, se le quita una mano, pero no se le mata. Viendo así el Código, creo que nos resultará más fácil a todos afirmar que el Código de Hammurabi fue un avance serio de civilización y no de barbarismo.

Por último, y algo que siempre trato de mostrar en mis clases, es que el contexto histórico es fundamental para comprender todo hecho o acontecimiento, así como cualquier elemento del acervo artístico a lo largo de la historia. En este caso, nos centramos en el Código de Hammurabi y hemos hablado de un rey babilonio, Hammurabi, y de un imperio, el Babilonio, pero ¿Qué sabemos de ellos?

En este mapa podemos ver el valle del Tigris y Éufrates, cuna de la civilización más antigua conocida. En dicho valle podemos ver ciudades de relevancia capital en el mundo antiguo como son Ur, Lagash, Uruk, Kish o Babilonia, entre otras. Fuente: anthropologies.es

Imagen: icarito.cl

Nos encontramos en torno al año 1750 a.C., en el conocido como Imperio Babilónico, cuya historia se divide en dos etapas separadas por el periodo de dominación asiria:

  • Imperio Paleobabilónico o amorrita(1792 – 1595 a.C.)
  • Imperio Neobabilónico o caldeo(626 – 539 a.C.)

Dicho imperio desaparecerá tras la conquista de Ciro II el Grande dando paso al Imperio Persa

Resulta interesante que, en Babilonia se hablaba el acadio (lengua semítica) a pesar de que sus fundadores, los amorreos y sus sucesores los casitas, no contaban con el acadio como lengua nativa.

Con la llegada al trono, en torno al año 1782 a.C. del sexto miembro de la dinastía de Babilonia, Hammurabi, Babilonia logra vencer sobre el resto de Mesopotamia, alzándose como la ciudad más importante y, por consiguiente, su dios principal, Marduk, será alzado a la cabeza del panteón de dioses locales.

Hammurabi se lanzó contra la ciudad de Assur (que daría nombre a Asiria) y la ciudad de Larsa, ciudades más poderosas que Babilonia, pero cuyos monarcas eran bastante ancianos y no contaron con la energía suficiente para hacerle frente. Tras las campañas de 1763 a.C. en Larsa y la de 1755 en Asus, se hizo con el control del valle de los ríos Tigris y Éufrates.

En este contexto de autoridad máxima en toda Mesopotamia es donde encontramos la realización del Código de Hammurabi, que puede interpretarse como un elemento de propaganda política y ensalzamiento del rey, ya que hay evidencia de que, aunque las leyes estaban plasmadas en la roca, no se cumplían de manera sistemática.

Actualmente podemos contemplar la estela del Código de Hammurabi en el Museo del Louvre de París. Así que ya saben, la próxima vez que vayan al Louvre, el Código se convierte en parada obligatoria.

 

Este es solo un breve ejemplo de lo que podremos ver con más detenimiento y detalle en el nuevo Diplomado de Historia del Arte Universal que impartirá el Departamento de Educación de la Universidad Francisco Marroquín y que iniciará en enero de 2019.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

Bravo, Gonzalo. Historia del mundo antiguo: una introducción crítica. Alianza. 2008

De Rojano Simón, Marta. Manual de Historia Antigua. Una panorámica de la antigüedad. Editorial Académica Española. 2012

Ramírez, Juna Antonio et alii. Historia del Arte. El mundo antiguo. Alianza Editorial. 2004

 

WEB

https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%B3digo_de_Hammurabi

http://www.anthropologies.es/el-codigo-de-hammurabi-y-sus-aspectos-militares/

https://emosqueira.com/2010/05/03/%C2%BFes-el-codigo-de-hammurabi-ley-del-talion-civilizado/

http://clio.rediris.es/fichas/hammurabi.htm

 

“El asesinato del cuervo”, de Pep Balcárcel

El asesinato del cuervo, el nuevo libro del escritor guatemalteco Pep Balcárcel (*), consiste en una colección de 13 relatos cortos sobre la angustia, el miedo y la desesperación. A partir de esta nueva obra, Balcárcel logra retratar una parte de la sociedad guatemalteca actual.

De ágil lectura y con un estilo especialmente visual, el libro construye la historia de varios personajes incapaces de descubrirse a sí mismos, mucho menos salvarse, y que van hundiéndose a un ritmo acelerado en un mundo que no piensa protegerlos de ninguna forma.

Pep Balcárcel (Guatemala, 1993) ha publicado los poemarios Obelisco 65, Fragmentos y Olvidé decirte adiós, y el libro de relatos cortos Los ojos de lo insano.

El asesinato del cuervo, editado por Magna Terra editores, se presentará el próximo jueves 12 de octubre a las 6:30 PM en el Fondo de Cultura Económica. Habrá coctel de honor. Los comentarios estarán a cargo de Javier Payeras y Luis Pedro Villagrán.

 

(*) Pep Balcárcel es alumno de la Licenciatura en Lengua y Literatura, Departamento de Educación, UFM.

 

 

 

Caballitos, poesía que escuece el cuerpo

por Pep Balcárcel

Cuentan que por el siglo XIX, en México, cuando los hacendados salían a caballo para vigilar sus cultivos, llevaban consigo, además de agua un cuerno bovino lleno de licor y decían que era “para el tequila en el caballito”. El nombre caballito pasó más adelante a nombrar el pequeño vaso cilíndrico, que se utiliza para beber tequila.

Caballito es además el nombre del poemario de Paolo Guinea publicado por Editorial Cultura en 2014. Los textos, breves sentencias, aforismos de vida, comparten también características con el licor. La vida, como un trago que ingresa y escuece las entrañas, se retrata en cada una de sus páginas.

“El poeta no pelea por su vida, huye de ella”, decía Luis Cardoza y Aragón. Huir. Escapar de la cotidianidad que a veces duele, que, estática, se cuela por todo el cuerpo y no se detiene. Entonces clama Guinea en una de sus páginas: “No es ansiedad, sino éste corazón que pasó a vivir a mi mano”.

El corazón en la mano como metáfora; la imagen frágil. El poeta que llora. Escribir es en ocasiones un ejercicio de recordar. Abrir cada herida. Tener la memoria, el corazón, a la vista y notar cada una de sus fisuras. Eso hace quien se desnuda en versos. Y los poemas de este libro son precisamente eso, alguien que se enfrenta con la realidad, con todo lo que lleva dentro de sí y que, muchas veces, “es ajeno”.

Paolo Guinea abre los ojos y mira hacia dentro, hacia sí. “Hay un ápice de ti en todo esto que no es tuyo”. Un shot, un golpe. El ápice, según el DRAE, puede ser la parte más delicada de algo. Así, el poeta se cuestiona, dialoga consigo mismo, ve más allá de ese dolor. ¿Le pertenece? ¿Es aquello que lo rodea lo que duele?

“No se me fue la voz/ es que pasó un poema/ y mientras levitaba/ ambos hacíamos sumario de su eco”. Los textos, como disparos, construyen imágenes-espejos sobre la existencia misma. En la brevedad está el dolor, la esperanza; el poeta que lleva a cuestas sus recuerdos y, sin embargo, aún espera que “hierva el agua”.

Con un ritmo entre nostálgico pero de alguien que busca salvarse en la poesía, Caballitos se convierte en una pieza fundamental, en un trago del que podemos salir dañados, pero que nos hará disfrutar el recorrido.