Thelma Muratori de Wyld
La caricatura se originó en el norte de Italia a finales del siglo XVI y se utilizaba para retratar a los turistas que visitaban la zona. La caricatura es la técnica artística que realiza personajes de personas exagerando los rasgos más representativos de éstas, aunque debe siempre mantener el parecido con la persona para no perder la utilidad.
Hay dos tipos de caricatura: la literaria y la gráfica, aunque ambas comparten las mismas características:
1) La voluntad de ridiculizar al personaje.
2) La deformación, exageración o desproporción como medio para llegar al fin.
3) La selección de los rasgos caricaturizados, que es el resultado de lo que el autor mira, sea dibujante o escritor. Ellos seleccionan los rasgos más sobresalientes para someterlos más tarde a una transformación. Podemos decir que la caricatura es también opinión, que unas veces puede agradar y otras desagradar.
Para crear una caricatura literaria se pueden utilizar muchos recursos: 1) La hipérbole, que consiste en exagerar la característica de una persona o cosa. 2) La comparación, que consiste en establecer relaciones de semejanza o parecido entre varios elementos. 3) La metáfora, que consiste en sustituir un elemento por otro con el cual tiene un cierto parecido. 4) La animalización, que es atribuir a las personas rasgos animales.
En la caricatura gráfica existen tres elementos esenciales: a) El parecido, porque si no se puede decir quien se supone o qué es, no funciona. b) Sin alguna forma de exageración, lo que se tendrá es un retrato, por lo tanto debe de haber cierto alejamiento de la exacta representación. c) El artista debe tratar de decir algo del sujeto, un juego sobre su personalidad por medio de la expresión o lenguaje corporal.
Una caricatura decente ha de parecerse al sujeto, exagerada en varios grados y decir algo sobre el mismo. Resulta bastante difícil enseñar a dibujar caricaturas, ya que es más sobre observar qué hace a esa persona frente a ti única y su interpretación personal de lo que se exagera para un efecto humorístico. Probablemente, los caricaturistas ven a alguien en la calle con una cara increíblemente particular que puede consistir en una boca grande, orejas puntiagudas o nariz grande, es decir, fuera de lo normal. Si se compara con otra persona “normal”, la diferencia se basa en la percepción que da un empuje para una caricatura. Por eso es importante “ver” para llegar a lo verdaderamente caricaturesco, aunque la habilidad para ver no surge de un día para otro. Así pues, dibujar caricaturas va más sobre el desarrollo de la vista y habilidades de observación para averiguar lo que hace única una determinada cara y exagerarla.
También está el dibujo animado, que mucha gente ha disfrutado por muchos años. Al principio relataban historias sencillas y la voz era remplazada por una pista con música y algunos sonidos: una risa, alguien tocando una puerta, etc. Las imágenes eran planas ya que los efectos de luz y sombra eran muy básicos. Actualmente las imágenes son tridimensionales con multitud de efectos en el color, las sombras y efectos de movimiento que dan la sensación de volumen y profundidad, incluso algunas hechas con computadora.
Conforme pasó el tiempo y se perfeccionaron los métodos de fotografía, así también aumentó la complejidad de las mismas caricaturas y sus historias, se hacían desde los cortometrajes que duraban unos cuantos minutos, hasta los que llegaban a durar más de una hora, a los cuales se les llamaban largometrajes, con música, efectos de sonido y diálogos entre los personajes. Pero en la actualidad se mezcla todo en una sola pista en el mismo rollo, donde todas las imágenes se han dibujado y fotografiado cuadro por cuadro. En cada caricatura hay la suficiente cantidad de cuadros para llenar un segundo y dar el efecto continuo de movimiento en la animación, lo cual requiere alrededor de 15 o 20 cuadros por segundo.
Entonces, es importante pensar en todo el trabajo que han hecho muchas personas: dibujantes, editores, los que producen la música y efectos de sonido, los que prestan sus voces (algunos trabajan más de 8 horas diarias), y la gran cantidad de horas y dinero gastado para producir una película de dibujos animados.
La caricatura es la interpretación intencional, cómica o alterada de una persona o grupo buscando un parecido físico. Tiene también una serie de objetivos: hacer pensar, reír, criticar, educar, informa o agradar. En cambio, los dibujos animados, cuentan una historia a través de una serie de cuadros para dar efecto continuo de movimiento en la animación y entretener al público. Ambas dependen del ingenio y la creatividad del artista o dibujante, y en el caso de los dibujos animados, de la cantidad de personas que intervienen en su realización. Además, son un medio de comunicación muy efectivo para la sociedad.