¿Por qué leemos?

Por: alumnos del Profesorado en Lenguaje y Ciencias Sociales, y de la Licenciatura en Lengua y Literatura (*)

Libro y libre son palabras que juntas llevan una basta carga simbólica. Provienen del mismo vocablo y sólo una letra las distingue. Al respecto, el escritor Sergio Pitol dijo: «El libro es uno de los instrumentos creados por el hombre para hacernos libres». A partir de la lectura encontramos diversas voces que explican el mundo. Las letras, además, son poderosas armas para combatir la ignorancia, el aburrimiento.

En su obra La República, Platón criticó a los poetas porque los textos se enfocan en las musas y no en una intención educativa. En ese sentido, valdría la pena preguntarse también, ¿para qué leemos?

Así como el escritor, el poeta, el artista, el soñador y el pensador tomaron su pluma y plasmaron en el papel sus deseos de dar, de cambiar,  aportar, los lectores pueden descubrirse en un libro.

Además se  ha dicho que un pueblo lector progresa y es libre. Y es que la existencia vital de un libro no se basa en su contenido por sí solo, sino en la sinergia que se crea entre lector-autor.

Imágenes, relatos, información. Todo es amalgama. ¿Por qué leemos? ¿Para qué leer? Al leer acumulamos conocimiento y el conocimiento es poder. Pero un acto que a simple vista podría resultar sencillo e irrelevante, va más allá  de acumular saberes y lo que estos otorgan a quien los posee.

Decodificar un texto siempre dejará un legado. Por mínimo que este sea. La realidad se abre a partir de lo que plasma, por ejemplo, un naturalista cuando retrata con crudeza la vida, o bien un crítico que luego intenta indagar en los porqués.

Por si estas razones no bastaran, seamos niños o no, leer aumentará nuestra capacidad de análisis, comprensión, y argumentación.

En cuanto a qué método es el adecuado para leer, se considera importante anotar que debería hacerse una combinación de todos los conocidos. Decroly, por ejemplo, propone que las actividades básicas son las que han de vertebrar todo aprendizaje, a partir de la observación, asociación y  expresión.

En el placer también hay conocimiento. Y en el conocimiento puede existir placer. Descubrimos, aprendemos. Leemos porque vivimos.

 

DÍA DEL LIBRO

De las muchas herramientas de las cuales el hombre ha hecho uso, solo una de ellas, el libro, le ha permitido lograr un acceso universal a la cultura y al progreso, mientras fortalece los cimientos de la comprensión de la historia y el mundo, así como los valores sociales que se dinamizan en su entorno.

El 23 de abril es la fecha simbólica para celebrar la literatura universal, coincidiendo con la muerte de dos grandes de la literatura, Cervantes y Shakespeare, estableciendo de forma acertada un homenaje al libro y sus autores.  ¿Por qué un Día del Libro? A pesar de los avances tecnológicos que en algunos casos han hecho perder popularidad al libro como representante de la cultura, es innegable la relevancia que este ha tenido a través de la historia. Se ha dicho que un pueblo que lee progresa, pero también un pueblo que lee es un pueblo libre. Un libro es capaz de contener tanta libertad como la conciencia misma del hombre que lo lee.  La existencia vital de un libro no se basa en su contenido por sí solo, sino en la sinergia que se crea junto a su lector.

Las generaciones actuales han sido seducidas hasta ser sumergidas en un mundo social virtual, en donde el número de seguidores determina la popularidad y el éxito, más no su trascendencia.  No vislumbro a un youtuber trascender como Góngora, Calderón de la Barca, Pío Baroja, entre otros, si su profesión se basa en modas e influencias juveniles que no llenan el vacío que la literatura se ha encargado de llenar por siglos.  El mundo –o por lo menos gran parte de él–, no ha notado la importancia de la lectura y por ende, la importancia de su libertad. Gracias a los libros conocemos el drama, el romance, el suspenso y la fantasía; con ellos sentimos, lloramos, reímos, gritamos, suspiramos y soñamos.  Es por  la lectura que aprendemos a ser libres, libres de pensar, libres de ser y pertenecer, libres de crear e imaginar y, sobre todo, de alcanzar una conciencia de libertad.

 

¡Feliz Día del Libro!

 

(*) Carmelita Elizabeth Arbizú Lázaro, Armando David Dieguez Mérida, Camila Fernández Juárez, Luis Mario Martínez Balcárcel, Jimena María Mosquera Calderón, María Alejandra Pazos Vindas, Noemí Peña Lezana, Luis Adolfo Alvarez Rodas, José Raúl Barrios Pernillo, Lily Jeannette Dávila de León, Emilio Alfonso Pacay Aguilar, Claudia Lorena Sequeira García.

Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor

“Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora”. Proverbio hindú

Según la Organización de Naciones Unidas, el 23 de abril fue declarado como Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor porque coincide con la fecha en la que fallecieron Cervantes, Shakespeare y Garcilaso de la Vega en 1616. También corresponde con el nacimiento o la muerte de otros autores prominentes, entre ellos: el francés Maurice Druon (23 de abril 1918 – 14 de abril 2009), autor conocido por la serie de novelas históricas titulada Los reyes malditos, publicada entre los años 1955 -1977; el islandés Halldór K. Laxness (23 de abril 1902 – 8 de febrero 1998), ganador del Premio Nobel de Literatura 1955 por su “poder vívido y épico que ha renovado la gran narrativa islandesa”. El ruso nacionalizado estadounidense Vladimir Nabokov (23 de abril 1899 – 2 de julio 1977), autor de Lolita, Pálido fuego y Ada o el ardor, entre otras. El catalán Josep Pla (8 de marzo 1897 – 23 de abril 1981), considerado el prosista más importante de la literataura catalana contemporánea; y, el colombiano Manuel Mejía Vallejo (23 de abril 1923 – 23 de julio 1998), periodista y escritor representante de la narrativa colombiana contemporánea.

Vicente Clavel (Valencia, 1888 – Barcelona, 1967), escritor, traductor, periodista y editor. Se dedicó a la difusión de la cultura a través de los libros.

En España se celebró del primer Día del Libro, el 7 de octubre de 1926, tres años luego de que el escritor valenciano Vicente Clavel lo propusiera ante la Cámara Oficial del Libro en Barcelona. No fue sino hasta en 1995 cuando se convirtió en una fiesta internacional, después de que la Unidad Internacional de Lectores lo solicitara a la Organización de la Naciones Unidad para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), con el fin de fomentar la cultura y la protección de la propiedad intelectual.

La razón principal de esta celebración es motivar a las personas, especialmente a los niños y jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y a valorar las irremplazables contribuciones de aquellos quienes han impulsado el progreso de la humanidad a través de la literatura.

Mi lectura del Quijote, segunda parte, 61, 62 y 63

Jorge Luis Contreras Molina

QuijoteEs la hora de los aventureros. Espías, investigadores, desconfianzas, traiciones. Roque, don Quijote y Sancho marchan hasta Barcelona. Música y un subyugante desconocido mar. Un nuevo elemento capaz de conmover a un par de campesinos que bien habrían podido ser marineros por su vínculo, más que probado, con la libertad y con los anhelos de aventura y campo abierto.

Sancho atisba bienestar, buena comida, hospitalidad y algunas ganancias. El desarmado caballero gesticula cierta zozobra. 

Barcelona, plena. Más y más relaciones con hombres buenos,  semibuenos, intrascendentes, sombríos, u oscuros.

Ronda en el aire la inquisición guardiana de bromas descontroladas. Hay, en la casa del anfitrión, un artilugio de adivinación. Solo Sancho percibe el engaño. No  es noviembre. Hay un consorcio alrededor del alboroto quijotesco. 

El más lúcido, guardián de la verdad, enemigo de lo obvio resulta ser Sancho con su cúmulo de refranes cada vez más significativos y pertinentes. Ha aprendido. Sabio hace alarde de sus tiempos de gobernador. Donde hay vino, bebe vino, donde no, agua fresca. 

Cervantes nos traslada un momento épico y único. El encuentro del caballero con el mar tiene signos de grandeza. Salvas para saludar a la famosa pareja, generales de historia que se muestran humildes ante el gran corazón que los visita. 

Y la batalla. Ir y venir. Los héroes están a bordo. El atalaya informa de piratas. Persecución y lucha. Dos muertos, bergantín y moros capturados. Se monta el escenario de una ejecución sumaria. Fe y honor son razones suficientes. 

Inesperados finales. Mejor solo lo podría escribir nuestro Matías de Cordova. Triunfa la  clemencia celestial. Los piratas son mujeres (jóvenes y guapas, además), la ejecución se ve aplazada. Hay un virrey, hay una historia del tipo de ciertas novelas ejemplares.

Cervantes es un maestro. Toca, con ironía, temas sensibles. De todos sale avante. Nos reímos sin ser conscientes de la profunda reflexión que hace nuestro espíritu que será muy del veintiuno, pero no ha perdido los vicios, carencias, anhelos y sueños del diecisiete. Fieles e infieles amalgamados en la búsqueda de su felicidad. Todos contentos. Hay paz. Hay mar.

Vargas Llosa en el Festival Internacional de Poesía de Granada

“El género literario supremo y excelso, de una perfección inigualable, es la poesía, el más antiguo que existe y donde la lengua se transforma en algo verdaderamente rico y esplendoroso” – Mario Vargas Llosa.

El acto principal del Festival Internacional de Poesía de Granada fue protagonizado por el Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, quien fue entrevistado por el poeta madrileño Benjamín Prado, en el Auditorio Manuel de Falla de la capital Andaluza.  El festival se realizó del 9 al 12 de mayo, 2011.

Benjamín Prado incitó al autor de  El Sueño del Celta a hablar de su relación con la poesía, al mencionar que en muchas de sus novelas aparecen poetas que frecuentemente son personajes frustrados y no muy brillantes.  Vargas Llosa entre risas confesó que así era y aclaró que eso que dicen de que en todo prosista hay un poeta frustrado es probablemente cierto: “Yo no soy una excepción y mi relación con la literatura también empezó con la poesía, mamá tenía en su mesita de noche Veinte canciones de amor y una canción desesperada y como tenía prohibido leer ese libro, ejercía sobre mí una atracción irresistible, sabía que era algo pecaminoso, pero no entendía el qué, aunque aquellos versos con lo de El cuerpo del amigo salvaje…me desasosegaban sobremanera, así que para mí la poesía empiezó con la idea de transgresión, prohibición y pecado”, confesó mientras el público reía abiertamente.

A la pregunta de ¿Qué autor le habría influido más de haber sido poeta? respondió: “Neruda habría sido uno de ellos, un autor al que leía con entusiasmo y me gustaba el Neruda juvenil, épico, romántico, surrealista, porque es uno de mis poetas de cabecera”, indicó.  Vargas Llosa desveló que leer a Luis de Góngora le sirvió de terapia durante su campaña electoral a la presidencia de Perú, porque “fue mi tabla de salvación cuando hice política, un poeta profundo y que mejor encarna lo que tiene la poesía de misterio”.

“La función de la literatura es hacernos vivir aquello que en la vida real no podemos vivir, tenemos la imaginación y los deseos para vivir otras muchas vidas, además de aquella pobrecita que tenemos, y las vivimos a través del hechizo y la magia esas otras existencias que la vida real no nos permite. Cuando leemos o vamos al teatro incorporamos experiencias que jamás podríamos haber vivido en la realidad y así es como podemos ser El Quijote o Madame Bovary, así es como cuando salimos de esas actividades nuestra vida se ha enriquecido con esas experiencia, por eso la literatura es inmortal” – Mario Vargas Llosa.