Visita al Centro Histórico – Ciudad de Guatemala

Por: Brenda Porras, catedrática del Diplomado en Historia del Arte Universal

 

Detalle de uno de los vitrales del Palacio Nacional de Guatemala.

Iniciamos la visita en el Palacio Nacional, un edificio historicista. Queríamos ver especialmente los vitrales (algunos con detalles art nouveau) y las pinturas murales. Nos admiramos de los salones de banquetes y de recepciones. La restauradora de vitrales nos llevó a su taller en la terraza del Palacio y nos explicó acerca de las técnicas y materiales que emplea, algunos originales del tiempo del artista Julio Urruela. También visitamos la catedral y el museo con la exposición temporal de esculturas barrocas y contemporáneas del Niño Dios. Fuimos a la casa Rodríguez, de estilo mudéjar, aunque en su interior es ecléctica, cada habitación está decorada de un estilo diferente: neobarroco, neorococó y art nouveau. Pudimos apreciar las bellas réplicas de las cariátides de la Acrópolis griega, hechas por el maestro escultor Rafael Yela Günther. Por último, dimos un paseo por la Sexta Avenida analizando sus principales edificios entre los cuales se encuentran estilos como el historicismo, art déco y arquitectura de la modernidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Código de Hammurabi

Por: David Jaime Hernández Gutiérrez

Código de Hammurabi. Imagen: Wikipedia.

Podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que el Código de Hammurabi es una de las grandes maravillas que produjo el mundo antiguo y uno de los primeros intentos de plasmar por escrito la ley que rige la vida cotidiana de los seres humanos

Todos hemos visto imágenes de la estela donde se encuentran las 282 leyes que mandó escribir en piedra el monarca babilonio Hammurabi durante su reinado comprendido entre 1790 a.C. y 1750 a.C. (aunque dependiendo de las fuentes consultadas, nos pueden dar unas fechas ligeramente diferentes), pero ¿cuál es su contenido y qué es lo que convierte a esta estela en una de las grandes maravillas del mundo antiguo?

Comenzaré con unos datos técnicos sobre la estela para que nos hagamos una idea de su tamaño y composición, ya que mide unos 2,25 metros de alto y está enteramente hecha con basalto, una de las rocas más abundantes de la tierra. En la parte superior de la estela, vemos un bajorrelieve que representa a Hammurabi, en pie, frente al dios del sol y de la justicia de Mesopotamia, llamado Shamash. Inmediatamente bajo dicha escultura se encuentran inscritos, en caracteres cuneiformes acadios, las leyes que rigen la vida cotidiana de Babilonia.

Parte superior de la estela. Imagen: Wikipedia

La parte superior de la estela resulta sumamente interesante por la simbología que presenta. Como he comentado sucintamente arriba, encontramos al Dios del sol y de la justicia, Shamash, sentado sobre un trono entregando una vara de medir a Hammurabi, en pie frente a él. Dicha vara es el símbolo del poder judicial y de la justicia. Podemos ver más simbología aquí. Los pies de Samash se encuentran apoyados sobre un escabel (taburete pequeño para apoyar los pies cuando se está sentado) de escamas, símbolo de la montaña, indicando que el dios se encuentra en una esfera superior al de todos los babilonios y solo Hammurabi es digno y capaz de alcanzar esta esfera para comunicarse con el dios. Podríamos mencionar también los rayos solares que encontramos tras la cabeza de Shamash, símbolo del dios del sol, lo cual ratifica ante qué divinidad se encuentra Hammurabi, por si hubiera dudas.

Por último, respecto al bajorrelieve, se nos muestra un elemento habitual del Próximo Oriente Antiguo: los dioses son los que dictan las leyes, con lo cual, éstas están imbuidas de un aura divina, es decir, las leyes son de origen divino. Podríamos ir un poco más allá y ver en este Código el primer ejemplo de que hay leyes sagradas que ni los reyes pueden cambiar. Que se lo digan a los reyes absolutos de la época moderna (37 siglos después), que pelearon durante todo el siglo XIX para que no hubiera leyes sagradas que estaban por encima del poder del rey.

La parte inferior de la estela es la que resulta de mayor importancia y la que convierte al Código de Hammurabi es una de las maravillas del mundo antiguo.

Parte inferior de la estela: aquí encontramos las 282 leyes escritas en acadio, lengua extinta hablada en la antigua Mesopotamia. Imagen: Wikipedia

Aquí encontramos las 282 leyes, inscritas en acadio, lengua extinta hablada en la antigua Mesopotamia. Hammurabi mandó colocar copias en las plazas de la ciudad para que todas las personas que supieran leer conocieran la ley.

Como introducción a las leyes, encontramos la justificación que hace el monarca de dicho Código:

“(…) entonces Anum y Enlil* me designaron a mí, Hammurabi, príncipe piadoso, temeroso de mi dios, para que proclamase en el País el orden justo, para destruir al malvado y al perverso, para evitar que el fuerte oprima al débil, para que, como hace Shamash Señor del Sol, me alce sobre los hombres, ilumine el País y asegure el bienestar de las gentes.”

Cuando Marduk** me encargó llevar el orden justo a las gentes y mostrar al País el buen camino, puse en la lengua del País la ley y la justicia y así fomento el bienestar de las gentes”.

Pasando a las leyes propiamente dichas, podemos encontrar, entre otras:

  1. Si un hombre quita el ojo de otro hombre, su ojo será quitado.
  2. Si un hombre extrae el diente de otro hombre, su diente será quitado.
  3. Si un hombre golpea a una mujer embarazada, lo que le provoca el aborto, entonces deberá pagar 10 shekels por su pérdida..
  4. Pero si la mujer muere también entonces la hija del agresor será sentenciada a muerte.

*Anu era el dios del cielo, señor de las constelaciones, que vivía con su esposa, ki, en las regiones más altas del cielo. Enlil era el señor de los cielos y la tierra. Junto a Enki, formaban la tríada mesopotámica

** Shamash fue dios local de Babilonia, donde se le conoció por otros nombres como Marduk

Encontramos aquí la referencia directa a la Ley del Talión, principio jurídico de justicia retributiva en el que la norma impone un castigo con el objetivo de alcanzar una reciprocidad por el crimen cometido. Dicha ley la vemos mencionada varias veces en la biblia, como por ejemplo en el Éxodo 21:23-25:

Pero si sucede una desgracia, tendrás que dar vida por vida,

ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,

quemadura por quemadura, herida por herida, contusión por contusión.

Y sigue el Código con multitud de leyes que tratan de regular todos, absolutamente todos, los aspectos de la vida cotidiana, con el objetivo de que nada escape a la ley y todo el mundo conozca las sanciones de cometer hechos contrarios a la ley divina. Asimismo, es de los primeros ejemplos del principio de presunción de inocencia, ya que el acusado o acusador debía presentar pruebas tanto para acusar como para defenderse. ¡Vaya con estos babilonios!

Sobre este hecho se ha escrito mucho ¿Podemos considerar el Código de Hammurabi como un código de leyes civilizado o más bien, deberíamos considerarlo como un código de leyes salvaje e incivilizado? Mi postura es la primera. Considero, sin lugar a duda, el Código de Hammurabi como un acto de civilización y no de salvajismo o barbarie. Hoy en día es fácil criticar el Código y catalogarlo de salvaje por imponer penas como mutilaciones o el desprecio por la integridad de esclavos y mujeres. No es correcto ni justo valorar el pasado con nuestros valores actuales. Este es un error muy habitual que solemos cometer todos y que vale la pena detenernos para escapar de esta trampa tan habitual.

Yendo a la Babilonia de Hammurabi, este Código resultaba ser muy civilizado, ya que lo que hace es limitar la venganza por parte del agredido. Si quitas un ojo, el agredido tiene derecho a quitarte un ojo, no a matarte. Lo mismo pasaría con el que roba, se le quita una mano, pero no se le mata. Viendo así el Código, creo que nos resultará más fácil a todos afirmar que el Código de Hammurabi fue un avance serio de civilización y no de barbarismo.

Por último, y algo que siempre trato de mostrar en mis clases, es que el contexto histórico es fundamental para comprender todo hecho o acontecimiento, así como cualquier elemento del acervo artístico a lo largo de la historia. En este caso, nos centramos en el Código de Hammurabi y hemos hablado de un rey babilonio, Hammurabi, y de un imperio, el Babilonio, pero ¿Qué sabemos de ellos?

En este mapa podemos ver el valle del Tigris y Éufrates, cuna de la civilización más antigua conocida. En dicho valle podemos ver ciudades de relevancia capital en el mundo antiguo como son Ur, Lagash, Uruk, Kish o Babilonia, entre otras. Fuente: anthropologies.es

Imagen: icarito.cl

Nos encontramos en torno al año 1750 a.C., en el conocido como Imperio Babilónico, cuya historia se divide en dos etapas separadas por el periodo de dominación asiria:

  • Imperio Paleobabilónico o amorrita(1792 – 1595 a.C.)
  • Imperio Neobabilónico o caldeo(626 – 539 a.C.)

Dicho imperio desaparecerá tras la conquista de Ciro II el Grande dando paso al Imperio Persa

Resulta interesante que, en Babilonia se hablaba el acadio (lengua semítica) a pesar de que sus fundadores, los amorreos y sus sucesores los casitas, no contaban con el acadio como lengua nativa.

Con la llegada al trono, en torno al año 1782 a.C. del sexto miembro de la dinastía de Babilonia, Hammurabi, Babilonia logra vencer sobre el resto de Mesopotamia, alzándose como la ciudad más importante y, por consiguiente, su dios principal, Marduk, será alzado a la cabeza del panteón de dioses locales.

Hammurabi se lanzó contra la ciudad de Assur (que daría nombre a Asiria) y la ciudad de Larsa, ciudades más poderosas que Babilonia, pero cuyos monarcas eran bastante ancianos y no contaron con la energía suficiente para hacerle frente. Tras las campañas de 1763 a.C. en Larsa y la de 1755 en Asus, se hizo con el control del valle de los ríos Tigris y Éufrates.

En este contexto de autoridad máxima en toda Mesopotamia es donde encontramos la realización del Código de Hammurabi, que puede interpretarse como un elemento de propaganda política y ensalzamiento del rey, ya que hay evidencia de que, aunque las leyes estaban plasmadas en la roca, no se cumplían de manera sistemática.

Actualmente podemos contemplar la estela del Código de Hammurabi en el Museo del Louvre de París. Así que ya saben, la próxima vez que vayan al Louvre, el Código se convierte en parada obligatoria.

 

Este es solo un breve ejemplo de lo que podremos ver con más detenimiento y detalle en el nuevo Diplomado de Historia del Arte Universal que impartirá el Departamento de Educación de la Universidad Francisco Marroquín y que iniciará en enero de 2019.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

Bravo, Gonzalo. Historia del mundo antiguo: una introducción crítica. Alianza. 2008

De Rojano Simón, Marta. Manual de Historia Antigua. Una panorámica de la antigüedad. Editorial Académica Española. 2012

Ramírez, Juna Antonio et alii. Historia del Arte. El mundo antiguo. Alianza Editorial. 2004

 

WEB

https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%B3digo_de_Hammurabi

http://www.anthropologies.es/el-codigo-de-hammurabi-y-sus-aspectos-militares/

https://emosqueira.com/2010/05/03/%C2%BFes-el-codigo-de-hammurabi-ley-del-talion-civilizado/

http://clio.rediris.es/fichas/hammurabi.htm